RECUPERAR LOS VÍNCULOS Y REDES DE CUIDADOS
La pandemia de Covid 19 ha tenido como efecto una aceleración de procesos y tendencias que ya se venían apuntando desde hace años, como son la digitalización y transformación de los procesos de trabajo a una economía altamente tecnologizada y robotizada (cuarta revolución industrial).
Todos y todas, en mayor o menor medida, hemos tenido que adaptarnos a esta nueva realidad que impacta muy directamente en nuestras vidas y formas de relacionarnos (gestiones telemáticas, comunicación online…); en consecuencia, se han incrementado también, no solo la distancia social y el aislamiento, sino la brecha digital y la exclusión de muchas personas que no han podido o no han sabido incorporarse a un modelo de sociedad hiperconectada pero desvinculada que les está dejando atrás.
Pero el año 2021 también ha traído reencuentros y abrazos seguros, gracias al desarrollo de la ciencia y a la oportunidad de acceder a una vacunación intensiva que el sistema público de salud de España, siempre eficaz aunque también maltratado, nos ha podido proporcionar.
En Educación, Cultura y Solidaridad hemos podido retomar todos nuestros programas y actividades, con carácter regular y presencial, pues la cercanía y la proximidad son el elemento central de nuestro estilo de trabajo: aprendemos, crecemos y nos desarrollamos, como individuos y como comunidad, en contacto con otros, y con otros construimos y transformamos nuestra realidad y entorno (familia, barrio, asociación…).
Y como siempre, este proyecto socioeducativo y comunitario ha salido adelante gracias al esfuerzo y el compromiso de muchas personas que han colaborado a lo largo de este año: participantes en los proyectos y actividades, equipo profesional, voluntariado, alumnado en prácticas, socios, Junta Directiva y financiadores de nuestros proyectos.
El capital humano es nuestro principal y más valioso recurso, por su calidad y calidez en el trato y por su contribución a la promoción de los derechos de todas las personas que acceden a nuestro centro.
Sirvan pues estas líneas de reconocimiento, un año más, a esa ciudadanía comprometida, activa y solidaria que, con su participación, es capaz de generar vínculos y redes de cuidados, reforzar el tejido asociativo en los barrios y construir comunidades locales más humanas, cohesionadas y sostenibles.
Paloma Bru, presidenta de ECyS